viernes, 1 de enero de 2016

LA MEDITACIÓN - La LLave hacia nuestro interior



 El Ser Humano en la actualidad está harto de comprobar que todo en su vida gira en orden cuando guarda un cierto sentido de disciplina y dedicación. El gran problema es que este aspecto de orden, se ha trasladado a una serie de ritualismos que prevalecen bajo la exigencia y la amenaza. Es decir, si no tomas 2 litros diarios de agua, no drenas suficientemente el riñón, en consecuencia no depuras, retienes líquidos, te aumenta la presión arterial y si encima tienes colesterol, estás en amenaza absoluta de infarto. No se puede comer según qué, porque produce cáncer. Se tienen que hacer ejercicio diariamente. Se tienen que usar cremas con protección solar e hidratantes que sean naturales. Se tiene que hacer un mínimo de comidas diarias a horas determinadas y casi bajo amenaza de desmayo si no se cumplen los horarios. También se tiene uno que asear escrupulosamente, lavar 3 veces los dientes, duchar diariamente y recoger el baño. Después de haber realizado las tareas de la casa, los deberes de la escuela y el trabajo extra que nos llevamos a casa de la oficina. Controlar las cuentas. Elegir unas buenas vacaciones para desestresarnos de poner tanto orden en nuestra vida y que los niños suban lo más controlados y encarcelados posible, para que así nos reproduzcan y tengamos argumentos sobre lo buenos que hemos sido encapsulando a nuestra descendencia, orgullo de lo que nuestros padres hicieron con nosotros y así en un sin fin eterno.
Sólo falta que venga uno o una de esas que parece que no viven en este mundo y nos diga que a la lista añadamos la MEDITACIÓN. Ni hablar, para eso acudimos al médico, nos receta unas pastillas, las farmacéuticas se hacen de oro, nosotros vamos zombis y seguimos en la rueda sin fin, de la que no somos capaces de salir.
Pero como todo en esta vida, existe el límite. En todo hay una ley “oculta” que se llama “límite no se pasa” y que sencillamente dar con esa pared nos hace reaccionar y reconducir la vida.
Debido a que estas actitudes del mundo al que llaman desarrollado, ya son más que evidentes, es decir, no hay lugar para que digamos: Ah! Pero es que no me había dado cuenta. Infinitas técnicas, terapias, etc.. han aparecido, haciendo que los humanos más despiertos se explayaran con su creatividad, para que sus mágicas creaciones, puedan ser utilizadas por el humano que tenga un deseo sincero de cambiar el rumbo de su existencia.
Si no existe esa intención verdaderamente conectada a la voluntad, no hay cambio, sólo una pequeña pausa, que nos volverá a llevar al límite, pero ese límite cada vez será más cercano y evidente y las consecuencias de acercarse repetidamente a ese límite, insospechadas, dependerá de cada uno.
Está más que constatado que la meditación es la herramienta más mágica y poderosa para conectarnos con nosotros mismos y con el cosmos. Ahí dentro, en el corazón está todo lo que existe, no hay fronteras ni peligros ni nada que no pueda hacerse, crearse o vivirse. Ahí subyace el potencial oculto que existe en cada uno de nosotros.
Durante cientos de años, si nos vamos a dar un paseo al pasado cercano, podremos ver como en todas las culturas, países y religiones, existe esta herramienta de quietud interior. Podemos ver como en oriente, más abiertos al mundo espiritual, la meditación forma parte integrante de la vida diaria. En nuestra actualidad, y debido a que todo evoluciona - la espiritualidad también - no vamos a tener que realizar sacrificios de ningún tipo a nivel de tiempo, práctica e intensos estudios para poder realizar una meditación. Los sistemas basados en la respiración, la concentración, los mantras, etc.. han sido perfectos y de utilidad en una Conciencia determinada y para un tipo de personas determinado, ahora que todo ha cambiado, la meditación tiene que ser una herramienta posible y eficaz al alcance de cualquier persona.
La verdadera magia de la meditación, es constatar la creatividad interior, el descubrimiento de quienes somos, a través de viajar a las profundidades de nuestro Ser en todos sus aspectos y posibilidades. No hay límites en el Corazón, sólo tenemos que tener la osadía de adentrarnos en él y buscar, encontrar y continuar buscando. Esta y no otra es la meditación que va a ser anclada en el Humano de la actualidad. La Era en la que entramos, es un tiempo para saber quiénes somos y qué hacemos aquí. Es tiempo para conocerse y saber todo lo que está en nosotros y así poder ser la expresión y manifestación de lo más sagrado, nuestro Espíritu.


Joanna Escuder


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